En García y Manjarrez somos especialistas en análisis clínicos. En este espacio escribiremos de cada uno de ellos para que tengas información de primera.
El intestino contiene billones de bacterias además de hongos, parásitos y virus. Este es el microbioma intestinal y juega un papel importante en su salud. De hecho, el cuerpo contiene más células microbianas que células humanas. Y, de hecho, existe mucha evidencia de que estos microbios influyen en su salud, incluido el peso, la función inmune y el estado de ánimo.
Las bacterias buenas, estas viven en los intestinos y ayudan a digerir los alimentos y absorber los nutrientes. También producen vitaminas, evitan que las bacterias dañinas causen infecciones e incluso pueden ayudar a estimular el sistema inmunológico.
Las bacterias intestinales buenas ayudan a producir acidos grasos de cadena corta, Aminoácidos, incluyendo arginina y glutamina, Vitaminas, incluidas la vitamina K y el ácido fólico.
Las bacterias buenas también pueden dificultar el crecimiento de las bacterias malas, al expulsarlas del intestino.
Hay mucho más que aprender sobre las complejidades del microbioma. Por el momento, existe evidencia de que las bacterias buenas en el intestino pueden tener muchos beneficios para la salud.
Algunas bacterias pueden enfermarte, como Escherichia coli y Salmonella. Cuando las bacterias malas crecen y producen toxinas, pueden causar síntomas graves como dolor abdominal, fiebre y diarrea. Otros pueden causar síntomas más sutiles pero continuos, como hinchazón o deposiciones irregulares.
Algunas bacterias malas ya viven en el intestino en cantidades pequeñas e inofensivas. Pueden causar problemas si tienen la oportunidad de crecer en grandes cantidades. Esto puede suceder cuando no tienes suficientes bacterias buenas para evitar que las bacterias malas ataquen.
Por eso es importante hacerte análisis cada cierto tiempo.